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Un mirada al pasado

Todos sabemos del origen del tabaco. Se cultivaba en toda América y además de fumarse, se masticaba, comía o se aspiraba por la nariz y es famoso por su uso ritual y religioso en la civilización Maya. Con la llegada de Colón y el comienzo del proceso de la conquista de las Indias, Felipe II mandó traer las primeras semillas de tabaco, que llegaron a Europa en 1559.
Desde entonces se popularizó su uso y se le atribuyeron todo tipo de cualidades beneficiosas y curativas, no siendo hasta finales el siglo XX cuando se descubrieron las propiedades nocivas del mismo.

Estos vídeos muestran una recopilación de anuncios televisivos sobre el tabaco, los cuales no necesitan traducción porque las propias imágenes dan a entender perfectamente lo que se pretende conseguir con ellos. Desde una perspectiva actual resultan ofensivamente escandalosos, ya que en algunos de ellos puede verse a populares dibujos animados fumando, e incluso a niños como protagonistas de los propios comerciales.

La mayoría de anuncios coinciden en vender ese ideal de erotismo y poder que se desprende con cada calada al cigarrillo, reflejan perfectamente las aspiraciones de la sociedad americana: Los triunfadores fumaban y para triunfar, para ser aceptado socialmente y pertenecer a ese maravilloso sueño americano que vendía no solo el cine si no también los anuncios.







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